Una vez, cuando conociste a otra persona, era costumbre preguntar: cómo estás?
Hoy es mejor evitar esta pregunta, a menos que vaya en busca de respuestas que van desde sardónicas hasta angustiadas, miradas enojadas o movimientos de desánimo. Insomma, tarde o temprano terminas poniéndote de los nervios.
El hecho es que la situación es, quando va bene, bastante desgastado, y cuando sale mal, malditamente trágico.
Shakespeare escribió que "nosotros también estamos hechos de la materia de la que están hechos los sueños", y luego digo que este año está hecho de la misma materia de la que están hechas las pesadillas, sin mencionar que otro material cuya consistencia se mide en la escala de Bristol.
Sin ferias, sin exposiciones, no hay competiciones, y así también las ganas de hacer, íntimo o por emulación, a dirada, perdido entre los números que inundan las noticias, y con ellos nuestros pensamientos.
Distante, tenemos que mantenernos alejados, reina el miedo a tocar, ver entre sí, hablar, pero la separación trae consigo aislamiento psicológico, una prisión del espíritu, cuatro paredes muy gruesas que no dejan pasar ni un rayo de trascendencia estética, esa inspiración que nos hace reconocer la belleza hasta en las cosas más simples.
Soy muy consciente de que, tutto sommato, Siempre soy el mismo de siempre (purtroppo o per fortuna), y que debería ser capaz de aplicarme con fervor y gusto a lo que me da la oportunidad de expresar creatividad.. Desafortunadamente, esta atención médica acelerada que ha durado un año ahora quita la fuerza mental, deprime la imaginación, fuente inaridisce le, apaga la inspiración, reduce lo abstracto y lo no esencial al mínimo indispensable.
En este punto, las contramedidas eran urgentes., de otra manera, dado mi carácter, Tarde o temprano hubiera hecho imposible que muchas personas cercanas a mí existieran.
Entonces comencé a jugar, Volví a cuando era una niña de diez años. Entonces no tenia muchos juguetes, sin embargo, nunca faltaron los gatos y las cajas de zapatos, estaban trama, etapa, escenografia, actores y público por las maravillosas aventuras que mi fantasía estaba preparando cada tarde. Pero ... y sin embargo ... si hubiera tenido un Libro silencioso, habría sido imposible romper con él., Literalmente lo habría consumido, que no sean cajas y gatos!
Aquí es entonces, mi tercer libro tranquilo, un analgésico natural contra la melancolía e, como dijo Ernesto, contra el desgaste de la vida moderna.
Buon divertimento.